LA PERLA
Cuando un grano de arena o algo similar entra en una ostra le provoca malestar, irritación y sufrimiento. Entonces, la ostra reacciona, se defiende y empieza a protegerse cubriendo poco a poco, casi durante diez años, la partícula extraña, amenazante y dañina con capas de nácar hasta convertirla en una hermosa perla. Ha sabido transformar aquello que le provocaba un profundo dolor en algo bello.
Sucede lo mismo con las personas que toman consciencia de sus problemas, dificultades y defectos, ya sean envidias, celos, odios, resentimientos o cualquier manifestaciones del ego que les provoca una profunda herida, que sólo puede sanar si se cubre con mucho amor, compasión y perdón, y así convertir lo malo en algo bueno y positivo.
Aprendamos a hacer del defecto, virtud, y de la debilidad, fortaleza. Empecemos a cubrir las emociones negativas con la luz del amor, para que aquello que nos hirió el alma se convierta en un algo tan brillante como una perla.
