EL ADIVINO CIEGO

EL ADIVINO CIEGO

EL ADIVINO CIEGO

EL ADIVINO CIEGO

Kin comentó que el viejo era un lunático. Lucía le llevó la contraria al asegurar que tenía don y más cuando inspirado, prosiguió:

—«Eres una mujer de rostro luminoso. Tu idealismo y generosidad te hará pasar situaciones económicas apuradas, por lo que estarás dispuesta a huir de tus problemas presentes para colaborar con organizaciones en causas humanitarias de países lejanos. ¡Fíjate! La carta que hay en la cúspide de la pirámide es la de Cleopatra, la emperatriz, que encarna la sensualidad, el poder y la gloria. Esa eres tú, una mujer inteligente que goza de gran belleza interior. Debes de ser del signo zodiacal de Libra, indecisa y fácilmente influenciable. Te ilusiona estar rodeada de amigos que te apoyen cuando los necesitas. Y por eso, eres tolerante con los defectos de los demás. Te gusta ayudar a la gente con problemas, y más si son de salud. Serías una buena doctora, enfermera, terapeuta o profesora. Tu buen corazón atraerá a tu lado a los ángeles y a los demonios, tu tendencia hacia la oscuridad y la sombra te pondrá en peligro, y dependerá de ti y a quién elijas, que vivas en el cielo o en el infierno.»

Lucía confesó a su marido que estaba sorprendida por la lucidez del adivino. Parecía que la conocía mejor que sus padres. Exploraba las zonas de la programación oculta de la mente como un rastreador de los territorios del recuerdo y del olvido. Y abstraído en el destino, afirmó el vidente ciego: —«Eres ordenada, eficiente, detallista, sensible, romántica, altruista, solidaria, inteligente y tan espiritual que valoras a las personas que son capaces de ver en los demás lo que es invisible».

Con la mirada abstraída, ella le dijo a Kin:

—¿A que no te has olvidado cuando le pregunté si iba a contraer matrimonio? El viejo sentenció sin mirarte, pero intuyéndote: «Ya estás casada, pero hace pocos meses. En breve experimentarás la maternidad. Siempre has albergado dudas en tu elección de pareja, pero la carta que acaba de salir, la muerte, significa ruptura, y eso quiere decir que tal vez te espere a medio plazo un inevitable divorcio».

Kin le recordó que estuvo a punto de partirle la boca, porque empezaba a hablar demasiado. Tenía la lengua muy larga, según gesticuló en mofa ante el viejo adivino, pero el anciano afirmó:

«No te burles de mis augurios. Te veo a través de la mirada de ella. Aquí aparecen, en estas cartas, los nuevos pretendientes de tu mujer: un mercader, un artesano, un militar, pero veo que los rechaza a todos, porque los naipes han salido bocabajo. Voy a extraer el último. No hace falta palparlo, veo a través de tu pupila que es la carta del mago. Simboliza que llegará un momento en tu vida en que necesitarás una transformación, una metamorfosis, un renacimiento. Este arcano, que representa la voluntad y la fuerza que engendra la vida, te insuflará energía para continuar. Es un maestro que te adentrará en un camino poético, sentimental y espiritual. Te revelará la forma de descubrir tus verdades ocultas. Carente del atractivo físico que establecen los cánones estéticos de una sociedad donde imperan la imagen y la máscara, te hará dudar, pero su profundo encanto atrapará la esencia de tu ser. Una especie de fascinación ejercerá sobre ti y sus enseñanzas te llevarán a conocerte mejor. Aprenderás a mirarte más allá del espejo, igual que Alicia en el país de las maravillas, y verás la realidad propia y ajena con otros ojos. Descubrirás otra dimensión del amor y observarás el mundo de manera tan diferente que tendrás la sensación de haber estado muerta y resucitar en una nueva vida. Liberada de las ataduras terrenales del apego, iniciaréis juntos un viaje hacia lo más profundo de vuestro ser».

Fragmento de la novela: Quiero tomar refugio en tu corazón.  (Álex de Sande)   web: www.alexdesande.com

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