La Cueva de las luciérnagas

La Cueva de las Luciérnagas

La Cueva de las Luciérnagas

LA CUEVA DE LAS LUCIÉRNAGAS
«La visita con ella a la gruta fue perturbadora, pues nunca había estado allí con alguien. Hacía años que no entraba y sentí como si fuera la primera vez. A nadie le había revelado aquel lugar secreto. Durante un rato me evocó lejanos recuerdos de la infancia, cuando me escapaba de aventuras por las cuevas de la Virgen de La Peña en Graus. A medida que avanzábamos hacia la oscuridad, esta se hacía más densa, tangible y misteriosa. Nos detuvimos en la enorme bóveda y tuve la sensación de estar en el interior de un útero excavado en las entrañas de la tierra, donde una luminosidad extraña, biológica, emitida por los cuerpos de miles de luciérnagas hembras, apareadas en época de reproducción, albergaban en sus entrañas docenas de huevos de nuevas crías, inundando la atmósfera de una lucífera metamorfosis. Tras besarnos, contemplamos miles de luciérnagas en gestación. Parecía que por las paredes del techo del cielo corría la savia azul de las estrellas, tan embrionaria y emergente que se colaba por las venas pétreas de la caverna hasta hacerla latir a la espera de que las miles de vidas que llevaban las rocas dentro despertasen de su sueño mineral, igual que nosotros.»

Fragmento de la novela: Quiero tomar refugio en tu corazón. Álex de Sande.
www.alexdesande.com

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